No tendrá que preocuparse por nada que no refleje nuestra auténtica admiración por usted. Sepa
que esta playa se encuentra en
un paraíso tropical y exclusivo para
unos cuantos afortunados. Les
llamamos personas especiales. Y
no por nuestra legendaria amabilidad ni por colgarles baberos estampados
con dólares para beber cocteles
de Rana Príncipe –la creación de casa– que
los harán vivir por más tiempo, ni
porque olvidemos trocitos de algodón en
sus traseros al
empolvarlos con grande cuidado. Los
aldeanos están disponibles con
una mueca que llamaremos sonrisa. Ha
acertado, señor, es usted único e irrepetible.
N 20 10 15
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